Carta Verde

Verde no es sólo el color que surge de la mezcla del amarillo y el azul, los colores que, por cierto, identifican a Asociación La Alianza. Verde es el color de la esperanza y de lo que cuidamos. Por ello, ahora que iniciamos este nuevo caminar, hemos decidido que queremos adoptar simbólicamente el verde como nuestro color.

Verde esperanza es el color que queremos transmitir a nuestra niñez y
adolescencia. A nuestras vidas llegan niñas, niños, adolescentes y jóvenes que, por diversas circunstancias, han pasado por experiencias muy difíciles y traumáticas, vulnerados en sus derechos más esenciales. Para todas ellas y todos ellos tenemos ahora y tendremos siempre un lugar en La Alianza. En medio de tanta violencia, queremos que sepan que en el mundo hay personas que creen en ellas y ellos. Queremos que sepan que tenemos una profunda ilusión de dar nuestra energía, nuestro tiempo y lo que somos, para generar espacios de paz, de armonía y de respeto en esta comunidad humana que es parte de nuestro presente y de nuestro futuro.


Verde es el color de lo que cuidamos, y eso significa que nos cuidamos a nosotras y nosotros mismos, a las demás personas, y a la naturaleza que nos rodea, incluidos todos los seres vivientes, las plantas y lo que está en nuestro entorno. Por ello, ser verde va más allá de no tirar basura o de tener un bonito jardín; ser verde es una forma de vivir que lleva implícitos los principios de cuidar y respetar.

No hacer a las demás personas lo que no quisiera que me hicieran a mí, es el principio más verde de todos. No tratar mal al ser humano que está próximo a mí, no hacerle daño a animal alguno, reciclar la basura, cultivar los alimentos que ingerimos, usar sólo el agua y la luz que necesitamos, comenzar a producir menos desperdicios, conservar limpios nuestros espacios, dialogar y respetar las opiniones de las demás personas, todo esto y mucho más, forma parte de nuestra intención verde.

Verde es el color de la paz que soñamos y queremos vivir. A futuro, deseamos
también contar con luz solar en nuestras residencias, y promover el uso racional
del agua y de la energía, entre muchas cosas más. Anhelamos contagiar de este
espíritu verde a las comunidades cercanas a nosotros y a muchas más personas.
Pero el sueño apenas comienza a hacerse realidad y precisa de muchas manos y
muchas voluntades trabajando juntas.

Esperamos tener, cada día, el privilegio de seguir aprendiendo de nuestras niñas,
niños y adolescentes. Esta carta verde es nuestro pequeño manifiesto y la
expresión del pacto que queremos hacer entre todas y todos nosotros y los seres
humanos que la vida nos ha confiado.